La química
inorgánica se encarga del estudio integrado de la formación, composición,
estructura y reacciones químicas de los elementos y compuestos
inorgánicos (por ejemplo, ácido sulfúrico o carbonato cálcico); es decir, los
que no poseen enlaces carbono-hidrógeno, porque éstos pertenecen al campo de la química orgánica.
Dicha
separación no es siempre clara, como por ejemplo en la química
organometálica que es una superposición de ambas.
Antiguamente se definía como la química de la
materia inorgánica, pero quedó obsoleta al desecharse la hipótesis de la fuerza vital,
característica que se suponía propia de la materia viva que no podía ser creada
y permitía la creación de las moléculas orgánicas. Se suele clasificar los
compuestos inorgánicos según su función en ácidos, bases, óxidos y sales, y los
óxidos se les suele dividir en óxidos metálicos (óxidos básicos o anhídridos
básicos) y óxidos no metálicos (óxidos ácidos o anhídridos ácidos)